jueves, diciembre 13, 2007

PERJUICIOS AMBIENTALES Y SU COSTO EN EL PAIS

Según Manuel Bernales Alvarado, Presidente del Consejo Nacional del Medio Ambiente – CONAM, su institución y el Banco Mundial (que no son ONGs) calculan que los perjuicios ambientales en el Perú tiene un costo económico equivalente al 4.5% del Producto Bruto Interno (PBI) del Perú, es decir una cifra de S/. 8,200 millones de Nuevos Soles al año. El Presidente del CONAM también añade un dato interesante: El 70% de esta cifra, es decir S/. 5,740 millones al año, representa el costo en la salud de las personas que se enferma por causa de los perjuicios ambientales que se ocasiona al país. Este dato demuestra que el principal efecto negativo de los perjuicios ambientales –o pasivos ambientales como llaman los economistas- es sobre la salud pública. El Banco Mundial también señala que los perjuicios ambientales afectan mayormente a los más pobres. Los principales problemas asociados con los perjuicios ambientales son en primer lugar EL ABASTECIMIENTO DEL AGUA, y le sigue: Sanidad, contaminación del aire, desastres naturales, contaminación por plomo, degradación del suelo agrícola, deforestación y disposición de los residuos sólidos.

Un ejemplo que demuestra la relación entre contaminación ambiental y el impacto en la salud pública es el caso de La Oroya en el Valle del Mantaro (Junín), donde funciona una mina y planta de fundición de metales pesados: La Oroya es considerado uno de los 10 lugares mas contaminados del planeta, y donde -según estudio del Ministerio de Salud- el 99% de los niños de la zona tienen altos niveles de concentración de plomo en la sangre que superan los estándares permitidos.

La vegetación de la zona de La Oroya ha sido destruida debido a las emisiones y residuos tóxicos que la instalación metalúrgica libera al medio ambiente lo que ha llegado incluso a contaminar los ríos y suelos del Valle del Mantaro con metales tan nocivos como el arsénico, cadmio, plomo y mercurio; y lo peor es que dichos suelos se usan para el cultivo de productos como alcachofas y papas que luego consumen las poblaciones de dicho valle y de la ciudad de Lima lo que representa un peligro potencial a la salud de las personas con afecciones al sistema nervioso, el hígado, los riñones, los huesos, ocasionando incluso el cáncer. Otro ejemplo: La OXY encargó a una consultora (Servicios Geográficos y Medio Ambiente - GEMA) realizar un estudio de impacto ambiental (EIA) -que data del año 2006- en la Cordillera Escalera, lugar donde se proyecta el programa sísmico (explotación petrolera) ubicado entre las localidades de Yurilamas y Charapillo (zona húmeda-pluvial y de bosque primario) en la Provincia de Lamas, específicamente en las cabeceras del Río Shanusi lo cual desemboca en el Huallaga –muy cerca al puerto de Yurimaguas-. Dicho EIA indica -entre otras cosas- que los impactos negativos representan el 81% y los impactos positivos apenas el 19% del total de posibles impactos identificados. En cuanto al impacto sobre el agua señala literalmente “Posible alteración de las aguas superficiales de las quebradas y ríos, debido a posibles derrames de combustibles, incremento de sedimentos, residuos y accidental vertimiento de aguas residuales domésticas”.

No se trata aquí de ver a nuestros ecosistemas y al medio ambiente como una “vaca sagrada” a los cuales se les rinde un culto conservacionista sin generar ningún beneficio económico. NO, lo que trato de decir es que hay que convertir a nuestra biodiversidad y cuencas hidrográficas en verdaderos aliados del desarrollo sostenido y sostenible de la región. En nuestras cuencas hidrográficas –con el ya valioso recurso hídrico- tenemos un potencial hidroenergético de 570 Mw. (100 veces mas que el Gera de 5.5 Mw). Además debemos desarrollar una agricultura competitiva con tecnología y altos niveles de productividad y rentabilidad por hectárea dejando atrás la agricultura migratoria que destruye y nos mantiene en la pobreza. Tenemos que seguir promoviendo el turismo y ecoturismo con inversión en infraestructura como lo hace el Alto Mayo donde se han identificado 110 recursos turísticos para crecer económicamente con desarrollo sostenible.