INCURSIÓN COLOMBIANA CONTRA LAS FARC: ECUADOR, VENEZUELA SE RASGAN LAS VESTIDURAS
El último Sábado una operación militar colombiana logró acabar con un campamento del grupo guerrillero y narcoterrorista de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) que increíblemente estaban refugiados e instalados como “Pedro en su casa” en un punto inhóspito y despoblado en el sector nororiental del Ecuador, a sólo dos kilómetros de la frontera colombia-ecuatoriana, en un área conocida como Sucumbios que –según algunos historiadores- perteneció anteriormente al Perú pero por el Protocolo de Rio de Janeiro de 1942 nuestro país convino en “entregarle” al Ecuador.
En la operación militar colombiana contra el campamento de las FARC falleció uno de sus mas importantes líderes y número 2 de la organización, Luis Edgar Devia Silva mas conocido con el alias de “Raul Reyes”.
Tras el operativo el ejercito colombiano se retiró del área y el Presidente Colombiano Alvaro Uribe comunicó el hecho a su par ecuatoriano Rafael Correa quien al principio tomó el hecho con comprensión y serenidad, pero luego el gobernante Ecuatoriano –influenciado por el locuaz líder venezolano Hugo Chávez- cambio bruscamente de reacción y armó una estruendo mediático con epítetos contra Uribe incluido.
Se sumó al pleito –como siempre- Hugo Chávez cuyo territorio no ha sido vulnerado un solo centímetro pero no se puede descartar en absoluto que miembros de las FARC se refugien en suelo llanero con la complacencia de Chávez que en simultáneo con Quito amenazan a Colombia que ya dio las explicaciones del caso y justifica la operación por la cual se dio un duro golpe a las FARC.
Alan García comete un grave error de política internacional al exigir a una nación amiga como Colombia mas explicaciones cuando esta ya lo dio y el gobierno peruano se parcializa con un gobierno ecuatoriano que permite que guerrilleros y narcoterroristas se instalen en la “soberanía ecuatoriana”.
Sin embargo, Ecuador y Venezuela han decidido echar mas leña al fuego y están exacerbando la tensión: Por lo pronto Chávez y Correa –que son gemelos ideológicamente- han roto por completo la relaciones diplomáticas con el Gobierno colombiano sino que además Quito y Caracas al enviar tropas y batallones de sus respectivos ejércitos a la frontera con Colombia se han puesto prácticamente con un “pie de guerra” contra Bogotá.
Las autoridades colombianas se han visto obligadas a revelar y denunciar públicamente –gracias a los documentos encontrados en el campamento intervenido- los nexos entre las FARC y los Gobiernos de Chávez y Correa: Se denuncia que Chávez financiaba con los petrodólares a las FARC –se habla de US$ 300 millones- y un ministro ecuatoriano reconoció públicamente las tratativas y vínculos del Gobierno de Correa con las FARC aunque Quito alega “razones humanitarias” que fueron negociaciones para tratar para liberar a los secuestrados en poder de la guerrilla colombiana: O sea el Presidente ecuatoriano quería emular a Chávez como un “héroe” en la liberación de rehenes de las FARC sin tener Ecuador porque involucrarse en el asunto, que se sepa no hay ningún ecuatoriano secuestrado por las FARC como si hay aparte de colombianos, venezolanos y la colombo-francesa Ingrid Betancourt.
Es bueno que la FARC haya liberado rehenes –quedan aún muchos mas que ya llevan casi 10 años secuestrados- pero de ahí a alabar a líderes narcoterroristas como lo hace Chávez o a permitir santuarios de las FARC dentro de la “soberanía ecuatoriana” como lo hace Rafael Correa hay mucha diferencia.
Nuestros países deben exigir mas bien la inmediata liberación de absolutamente todos los rehenes de las FARC y que la guerrilla colombiana entregue las armas y deje de desangrar –desde hace 45 años- al pueblo de Colombia.
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